EL CONFLICTO INVISIBLE - ¿Con qué limpiará el joven su camino?
domingo, 12 de diciembre de 2010


Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de la
justicia. Efe. 6: 14.

El enemigo va tras las huellas de cada uno, y si hemos de resistir las tentaciones que nos
asaltan desde afuera y desde adentro, necesitamos estar seguros de que estamos del lado del
Señor, que su verdad está en nuestros corazones, manteniendo alertas nuestras almas, listas para
hacer sonar la alarma y llamar a la acción contra todo enemigo. Sin esta defensa, en medio de
enemigos invisibles seremos semejantes al mimbre que se dobla ante el viento, sacudido y
agitado por sus ráfagas. Pero si Cristo mora en el alma podemos ser fuertes en el Señor y en el
poder de su fortaleza. . .
La mente puede expandirse y ennoblecerse, y debiera concentrarse en las cosas
celestiales. Debemos cultivar nuestras facultades hasta lo sumo, o fracasaremos en alcanzar la
norma de Dios. A menos que... [la mente] esté orientada hacia el cielo, llegará a ser fácil presa de
las tentaciones de Satanás y se ocupará en proyectos y empresas mundanales que no tienen una
conexión especial con Dios. . . Todo el cielo, la devoción, la energía inquieta y un deseo febril se
volcarán en esta obra, y el diablo que está cerca se reirá al ver el esfuerzo humano tan
perseverantemente empeñado detrás de un propósito que nunca se alcanzará...
Ser independientes en algunos aspectos es un deber que nos debemos a nosotros mismos.
Pero es aquí donde el enemigo se introduce con sus trampas engañosas. El orgullo toma el lugar
de la humildad. Y cuando Ud. o yo confiamos en nuestros propios recursos, en nuestra propia
sabiduría, y buscamos el consejo de nuestro propio corazón, nuestra porción final será el chasco,
la vergüenza y la confusión. Estamos en el buen camino del triunfo solamente cuando nos
mantenemos estrechamente conectados con Dios y nos ceñimos toda la armadura de la justicia. . .
No es suficiente que crea en la verdad; es esencial que sienta el poder de ella. Esta
debiera tener una influencia constante y perdurable sobre la mente. Pero se favorecen proyectos
de ensueño que obstruyen el camino hacia los principios de origen celestial, profundos y cabales.
Las cosas de esta vida tienen preferencia en relación con los intereses que pertenecen a la vida
futura e inmortal. Lo común y lo terrenal apagan el sentido de lo eterno.
Hay una salvaguardia contra los engaños y trampas de Satanás: la verdad tal cual es en
Jesús. La verdad implantada en el corazón, nutrida por la vigilancia y la oración, alimentada por
la gracia de Cristo, nos dará discernimiento. La verdad debe permanecer en el corazón, debe
experimentarse su poder a pesar de los atractivos y encantos de Satanás; y tanto su experiencia
como la mía deben demostrar que la verdad purifica y bendice el alma (Carta 17, del 10 de
diciembre de 1886, dirigida a un destinatario desconocido). 348

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