Estemos alerta
20 de noviembre ESTEMOS ALERTA*
Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está
más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos. Rom. 13: 11.
Satanás ha tratado siempre de infatuar las mentes de los hombres con misterios sutiles.
Así engañó a Eva y así trata de seducir a los hombres hoy. Los que citan falsamente la Palabra de
Dios en un esfuerzo por sustentar el error, están siguiendo el ejemplo de aquel que engañó a Eva
y tentó a Cristo en el desierto. El enemigo sustituyó la Palabra de Dios por sus propias
declaraciones engañosas.
El mismo agente engañoso que sedujo a los ángeles en el cielo, está trabajando de manera
similar en las mentes humanas hoy. Por medio de sus afirmaciones seductoras ganó la confianza
de muchos de los ángeles, y hubo una gran guerra en el cielo. Miguel y sus ángeles pelearon
contra Satanás y sus seguidores engañados. . .
Hay algunos que habiendo recibido advertencias e instrucción de parte de Dios,
deliberadamente se apartaron de los mensajes que les envió. Caminaron como a ciegas hacia las
trampas preparadas por Satanás. El está jugando el juego de la vida para ganar sus almas. Y
algunos que podrían estar en condición de ayudar a estas almas enlazadas, han sido ellos mismos
tomados cautivos por el archiengañador.
El amor de Dios por su iglesia es infinito. Hizo toda provisión posible para su
crecimiento y engrandecimiento. Su cuidado por su pueblo es incesante. Ha dado instrucciones
con respecto a los peligros de las teorías falsas y los razonamientos astutos del archiengañador.
Ha mandado advertencias, reproches y mensajes para salvar a su pueblo. Pero algunos, como
muchos de los discípulos de Cristo, se ofenden porque han malinterpretado los mensajes
enviados por Dios.
El Señor permite las pruebas cuando son esenciales para la purificación de la iglesia.
Algunos, bajo estas pruebas, piensan que se los está castigando, y en lugar de humillar sus
corazones, se oponen indignados. Satanás espera su oportunidad para presentar algún sofisma
agradable que cautive las mentes de los que son tentados, a fin de llevarlos a aceptar sus fábulas.
Los que son engañados así, se convierten en canales por medio de los cuales otras mentes son
seducidas por sentimientos engañosos. . .
Dios no se goza con la muerte de los injustos. Ha soportado mucho tiempo a corazones
obstinados y endurecidos. El que dio a Cristo a este mundo ha dado mensajes de advertencia,
pero muchos se han negado a escuchar. Ha soportado por largo tiempo a hombres que no han
glorificado su nombre. Ahora llama a su pueblo a hacer un trabajo concienzudo y a remover toda
piedra de tropiezo. Despejemos el camino para nuestro Dios (Manuscrito 106, del 20 de
noviembre de 1905, "Una súplica por lealtad"). 337
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