Camine por fe, no por vista - ¿Con qué limpiará el joven su camino?
lunes, 6 de diciembre de 2010


19 de noviembre CAMINE POR FE, NO POR VISTA*
He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá.
Hab. 2: 4.
Apreciado hermano: He recibido su carta, y la he leído. Lo aliento, mi hermano, a pensar
que Jesucristo dio su preciosa vida por Ud. El será su ayudador, si confía en El. Entregue el
cuidado de su alma a Aquel que dio su propia vida a una muerte cruel y vergonzosa para redimir
a cada alma que lo reciba. . .
Es cierto, mi hermano, que nos hemos encontrado con muchas almas que en su
experiencia cristiana han pasado por circunstancias similares a las que Ud. menciona en su carta.
No debe confiar en sus ideas incrédulas. Debe poner su confianza en Aquel que dio su vida por
Ud., Entonces, Ud., será contado entre los receptores, entre los que creen y reciben su Palabra, y
caminan no por sentimientos, sino por fe.
La Palabra de Dios es la verdad. La fe se aferra de la Palabra divina, mientras que el
sentimiento no es más que aquello que eclipsa la fe en un "así dice la Palabra del Dios viviente". .
. Es maravillosa la obra que Dios quiere llevar a cabo por medio de sus siervos, para que su
nombre sea glorificado. Mi hermano, no debe hundirse en el desánimo. Aférrese de las promesas
de Dios con la fe de un niñito. . .
Mi hermano, lo exhorto a no mirarse a Ud. mismo, sino a Cristo, para que viva. Ponga su
confianza en Aquel que ama a los instrumentos humanos. Dependa completamente de Cristo. El
es capaz de salvar hasta lo sumo a todos los que acuden a El. Crea, crea que Cristo perdonará
todas sus transgresiones, que perdonará todos sus pecados. Humíllese como un niño, y Cristo lo
recibirá, lo bendecirá y lo fortalecerá. No piense en la incredulidad ni hable de la incredulidad,
sino tome a Dios por su Palabra, y colóquese en sus manos, para que El le enseñe y lo guíe. . .
Mi hermano, consulte su corazón creyendo con la seguridad que el Señor quiere que Ud.
se salve, y que Ud. es su hijo. No piense que su mente tiene qué alcanzar cierto nivel de
sentimiento o no será aceptada por Dios. Su fe no debe basarse en sentimientos, sino en las
promesas de Dios. Camine por fe en un "así dice el Señor". Deje su caso con Dios, y crea en su
Palabra. Crea, oh, crea en la Palabra del Señor y camine por fe, no por, vista. Conságrese
nuevamente a Dios. Sea leal y fiel a todo "así dice el Señor", y permanezca firme en la libertad
con la que Cristo lo hace libre (Carta 388, del 19 de noviembre de 1907, dirigida a un miembro de
iglesia en South Lancaster, Massachusetts). 336

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